CAPÍTULO 8: PREPARATIVOS
Las jóvenes, temiéndose lo peor, rápidamente corrieron por las calles de Ciudad Verde antes las extrañadas miradas de los viandantes si bien a Izumi eso no le importaba lo más mínimo, cada vez que pensaba en que todas las sospechas que ella y AJ tenían podían ser ciertas...tal vez la ambulancia ya llegaba demasiado tarde, siguió pensando Izumi que notaba como sus pies se aceleraban cada vez que imaginaba las múltiples, y ninguna agradable, posibilidades por el cual el vehículo sanitario se dirigía al gimnasio.
- ¿Falta mucho Angie? -preguntó Izumi mientras jadeaba
-Creo que...que no – dijo Angie en el mismo estado de cansancio, tal vez mayor ya que ella llevaba las bolsas.
Las chicas hicieron un último esfuerzo para doblar la esquina y llegar al gimnasio, Izumi no pudo evitar alegrarse, aunque ese no fuera el término exacto, de que AJ estuviera de pie junto a Saur fuera de la ambulancia, apoyado contra la pared del gimnasio mientras que un enfermero ayudado de un Electabuzz, perteneciente a Ayr, metían al líder de gimnasio en la ambulancia para luego volver a desaparecer emitiendo el mismo sonido, no sin antes el Rocket-juez murmurar y darle algo a AJ para luego subirse en la ambulancia, habiéndose esta ido cuando el par de chicas consiguieron alcanzar a AJ.
-¿Qué hacía ese aquí?-preguntó Izumi refiriéndose claramente a Ayr
- Digamos que tu y yo estábamos en lo cierto, pero ahora debo curar a Saur – dijo AJ que hizo regresar al Ivysaur a su esfera y empezó a andar hacia el Centro Pokémon.
El grupo de tres caminó calle abajo, lentamente, debido en parte a que el sol estaba en su punto más caluroso, el silencio era algo incómodo, solo roto por el sonido de la gravilla suelta bajo las zapatillas y por el batir de alas de los Pidgey que emprendían el vuelo al pasar ellos, silencio que se prolongó aun dentro del centro Pokémon cuando AJ entregó las tres pokeballs que había utilizado en dicho combate hasta que la pequeña decidió romperlo.
- ¿Ganaste la medalla?-preguntó repentinamente Angie mirando a AJ
- Sip- respondió escuetamente este sacando susodicho objeto de su bolsillo, este tenía forma de una pluma, o de planta según como se mire, de un color verde metalizado
- Me alegro- dijo Izumi para luego aproximarse a AJ -¿No serás tú el causante de que el líder de gimnasio esté hospitalizado?- le preguntó.
-¡Por el amor del helado de limón!-saltó Angie – AJ nunca sería capaz de eso – añadió ante las miradas de AJ e Izumi que miraban algo perplejos - ¿Qué? me gusta el helado- dijo jugando con sus dedos viendo el modo en el que la miraban
- Tus Pokémon – interrumpió la enfermera Joy entregando las correspondientes tres pokeballs a su dueño.
- ¿Cómo están?-se interesó AJ.
-El Haunter y el Kingler están bien, en cuanto al Ivysaur necesitara descansar un poco más, pero igualmente se recuperará pronto- dijo la enfermera para acabar con una de sus ensayadas sonrisas.
-Acabo de capturar a mi primer Pokémon – dijo Angie contenta a AJ mientras salía del edificio
- ¿Y cuál es?
- Un Ekans.
-No me imaginaba que te gustaran ese tipo de Pokémon – admitió AJ
-Oye, aún no me has respondido – dijo Izumi.
- ¿Quieres ver al Ekans? - dijo Angie emocionada.
-No,gracias, estoy cansado – dijo AJ.
-Sigues sin responderme...-añadió Izumi en un acento monótono mientras agitaba los brazos para hacerse notar.
- Yo también me voy a casa – dijo Angie – A ver cómo le explicó a mamá lo del Ekans-dijo mientras un gota de sudor bajaba cabello abajo.
-Nosotros también nos vamos- dijo Izumi.
-Adelántate tú- dijo AJ -quiero hacer una cosa.
Antes de que la chica pudiera responder, AJ ya se había despedido de Angie y echó a correr velozmente en dirección oeste, motivado por unas intenciones que Izumi desconocía totalmente.
-Tal vez haya quedado con Eric- dijo Angie que adivinaba los pensamientos en el rostro de su amiga.
- Es lo más lógico...- dijo Izumi no muy convencida.
Finalmente, el par de muchachas se despidieron, no sin antes recibir la más joven una invitación, en calidad de acompañante obviamente, para la liga Pokémon, una vez la más joven de las dos se hubo ido Izumi decidió dirigirse a donde suponía que AJ se había marchado, encontrando que fue en el mismo sitio donde Angie capturó el Ekans, sin embargo, para que AJ no la viera, en caso de hacer algo que no quisiera verse, decidió esconderse detrás de un arbusto.
- Recuerdas cuando nos conocimos ¿verdad? - dijo la voz de AJ hablando con alguien que Izumi no alcanzaba a ver
- No sé con quién está, pero con Eric seguro que no- pensó la chica arracimada detrás del arbusto, no sin mirar a ambos lados ya que cualquiera pensaría que estaría loca
- Nunca pensé que juntos llegaríamos tan lejos- dijo AJ a su misterioso interlocutor – Pero... creo que estamos preparados para el último paso- añadió el pelinegro tras tragar saliva.
Izumi en ese momento decidió levantarse del arbusto para ver con quien hablaba el joven, en parte por que las últimas palabras de AJ se podían interpretar de muchas maneras, oscilando éstas entre las más inocentes por una parte y las más escabrosas por otro lado estando Izumi pensando en las segundas, sin embargo, lo que vio no fue precisamente lo que estaba pensando...afortunadamente.
En su lugar simplemente encontró a AJ hablando con Saur y con Henshi, sintiéndose Izumi algo avergonzada por creer lo que no era.
-¿Izumi de dónde sales?- preguntó AJ.
-Oh nada, nada, - comentó esta – Pasaba por aquí, y.… es curioso creía que hablabas con una chica, que tontería ¿verdad? Tú con una chica... – rio Izumi para llevarse las manos detrás de la cabeza.
- ¿Y por qué se supone que no puedo estar con una chica? - dijo AJ algo molesto arqueando la ceja
-Vamos, ya sabes...tú...- dijo Izumi algo entrecortada.
- Sigues sin responderme- dijo AJ eligiendo deliberadamente la frase utilizada hace relativamente poco por Izumi.
-Este sitio es muy bonito- dijo Izumi cambiando de tema.
- Aquí fue donde Saur y yo conocimos a Henshi- dijo AJ mirando a sus Pokémon.
Los entrenadores miraron de nuevo el lugar en el que se encontraban, la hierba se movía plácidamente al son del viento de la tarde, que también se entretenía jugando con las hojas de las árboles, cayendo algunas de ellas a los estanques allí presentes, a una distancia considerable de tan agradable lugar se podía apreciar la entrada de una especie de túnel, natural, horadado en la misma roca, túnel de gran tamaño conocido como la Calle Victoria, pasaje que todos debían atravesar para llegar a la Meseta Añil, o al menos así era antes, ya que hacía ya tiempo que la Liga implantó los medios necesarios para poder llegar con mayor comodidad.
- AJ – comenzó a decir Izumi – falta poco para la liga ¿verdad?
-Sí.
-Y si no me equivoco tú y yo nunca hemos combatido ¿verdad?
-Sí- volvió a afirmar AJ que ya se imaginaba lo próximo que iba a decir Izumi
-Creo que debemos arreglarlo- dijo Izumi esbozando una sonrisa mientras cogía una Pokeball.
- Lo mismo digo- dijo AJ que, tras guardar a los Pokémon presentes, hizo aparecer al Aerodactyl- Pero yo me voy a casa, ya os he dicho que estaba cansado- dijo AJ sin pizca de vergüenza para montarse encima del dragón rocoso
- ¿Te parece bonito dejar plantado a una señorita? - dijo Izumi poniendo los brazos en jarra.
- A una señorita no, pero yo no veo ninguna por aquí dijo AJ bromeando
-Ah muy bien – dijo Izumi con cierto tono de enfado - ¿Y ni siquiera te vas a dignar a llevarme a casa en tu Aerodactyl?
-Dudo que pueda con los dos- respondió AJ.
- ¡Fantástico! - dijo Izumi sarcásticamente a la par que inclinaba el cuerpo en actitud sancionadora - ¿Encima me llamas gorda?
- Bueno...espera un poco – dijo AJ tratando de explicarse.
-AJ, es broma- dijo la chica sonriendo que ya estaba montada sobre el ave metálica –¿Una carrera? Sugirió.
El chico lanzó un largo suspiro, pero Iwasa parecía tener ganas de volar así que decidió aceptar, encontrándose en una fracción de segundo en el aire rumbo hacia Pueblo Paleta.
Alguien sin embargo estaba en una posición más delicada. Mientras el par de jóvenes emprendían el vuelo alguien se veía postrado en la habitación de un hospital, una habitación de un inmaculado blanco y con fuerte olor a lejía, como todas, la habitación contaba también con dos camas estando una de ellas vacías y la otra ocupada por el líder de gimnasio el cual solo tenía de compañía al Persian que dormía estirado a los pies de la cama mientras miraba de reojo a las personas que pasaban por los pasillos del hospital ...nadie se detenía ...o casi nadie.
- ¿Puedo pasar?
- Adelante Blaine- dijo Giovanni.
El líder de gimnasio entro en la habitación, vestido con su ropa habitual incluyendo sus gafas negras, trayendo debajo del brazo una caja de caramelos de café a modo de regalo.
- Gracias por el detalle- dijo el líder de tipo tierra con un tono de amabilidad que rara vez utilizaba.
-No hay de que- dijo el de tipo fuego sentándose en una silla anexa a la cama- Giovanni, me vas a decir que no es asunto mío, pero ¿Qué vas a hacer con tu vida? - dijo mientras se ajustaba las gafas de sol.
- Vivirla, así que no me mates tan pronto – añadió este.
- Eres más joven que yo- respondió Blaine- y fíjate dónde estás, ¿Realmente quieres irte dejando tanto sin arreglar?
- Creo que ya se lo que quieres decir- dijo Giovanni mientras lanzaba un caramelo al felino que lo cogió hábilmente al vuelo- no hay nada que arreglar, las relaciones se mueren Blaine, simplemente - añadió.
-Más aún si dejas que se mueran – dijo el líder de gafas de sol - ¿Qué ha dicho el médico? -preguntó, sabiendo que no iba a cambiar la opinión
- Un ataque de corazón debido al estrés, tengo mucho trabajo, el gimnasio, el casino...-comenzó a decir
- El Team Rocket- añadió Blaine con naturalidad, si bien en un tono más bajo.
El líder de tipo tierra miró a los ojos de su compañero, no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa, Blaine pese a su no actividad era perfectamente consciente de relación existente del Team Rocket y Giovanni, y el hecho de que lo contara tan “alegremente” le resultaba divertido.
- ¿Vas a estar mucho ingresado? -preguntó Blaine
-Debería salir mañana.
A la mañana siguiente, una hora no demasiado tarde, no demasiado temprano, una criatura voladora de aspecto similar a un dinosaurio sobrevolaba la costera Ciudad Celeste, deteniéndose cerca de un edificio cuyo diseño lo hacía destacar entre los demás mayormente debido al techo en forma de cúpula de coloreado de una cantosa combinación rosa y amarillo y la imagen de un Pokémon conocido como Dewgong decorando la fachada, entrando luego AJ en dicho edificio observando como existía una gran piscina, con pequeñas superficies flotantes, dentro del mismo a modo de característica más relevante.
-¡Misty!- dijo el pelinegro dentro de la edificación.
- ¡AJ, aquí! - dijo la chica alzando la mano para que la viera.
El chico de ojos castaños fijo su mirada en su interlocutora, una chica algo mayor que el, pero aun así de menor estatura, vestía con una camiseta roja de tirantes y con un corto pantalón vaquero además de con unas zapatillas del mismo color que la camiseta, sus ojos eran de un intenso y bonito color verde y a juego con ellos su mata de pelo naranja recogido parte de el en un pequeño moño lateral, la chica soltó la escoba con la que limpiaba las inmediaciones de la piscina para acercarse a saludar al joven de pueblo Paleta.
-Venía a preguntar si me podías ayudar con el entrenamiento, pero veo que estás ocupada...- dijo AJ viendo que la chica estaba limpiando.
- No te preocupes- dijo la pelirroja -ya me está ayudando alguien...
-AJ, sálvame de la loca esta- dijo Alan que había salido repentinamente – Me pidió que viniera y a los cinco minutos estaba limpiando los “desechos” de Gyarados y son grandes...muy grandes- dijo con cierto tono traumatizado.
-Me parece que no os puedo dejar solos- dijo AJ mientras una gota de sudor bajaba cabeza abajo.
- La culpa es de la zanahoria parlante -se defendió Alan.
-Zanahoria tú, ratón de ordenador- respondió Misty.
-Bruja marina.
- Virus informático.
- Me parece que van a ser unos días muy largos – pensó AJ mientras sacaba a Saur de su Pokeball – Dulce Aroma.
El Pokémon planta emitió la emanación de empalagoso aroma el cual comenzó a calmar al par de... de... “contendientes”, tal vez demasiados calmados, hasta el punto que AJ tuvo que despertarlos...como solo el haría.
- ¿Era necesario que nos abofetearas tan fuerte? - dijo Alan.
-No- dijo AJ- pero quería hacerlo- añadió luego.
- Pero a Misty no le has dado... tan fuerte- se quejó Alan.
- Misty es una chica, Alan- respondió AJ.
-Eso dice ella- dijo el de pelo naranja.
-¿Comenzamos?-dijo Misty algo molesta al otro lado de la piscina.
- ¿Vamos a empezar combatiendo directamente? -Preguntó AJ.
- ¿Se te ocurre otro modo? -inquirió la pelirroja
- Muy bien, tu mandas – dijo AJ
- Ahora se le subirá a la cabeza- le murmuró Alan por debajo.
La batalla comenzó, siendo esta una de modo individual, surgiendo por parte de AJ la Hipocampa azul mientras que por parte de Misty surgió un Pokémon cuyo cuerpo parecía estar formado por dos estrellas violetas, superpuestas una sobre la otra, con cinco apéndices cada uno aunque indudablemente lo más vistoso de dicho Pokémon era el brillante rubí rojo enmarcado en un octágono dorado, colores que destacaban fácilmente en comparación con el morado de su cuerpo.
- ¡Draa!
- ¡Mii!
-Empecemos- anunció la pelirroja- ¡Starmie Giro Rápido!
- ¡Hydra Rayo Burbuja! -dijo el pelinegro.
El Pokémon estrella comenzó a girar sobre su eje vertical a tal velocidad que conseguía esquivar con facilidad la andanada de burbujas de su oponente cuando no las reventaba sin dificultad.
- ¡Hydra usa Bote! - dijo AJ para evitar el ataque
Estando ya el Pokémon asexuado a apenas un palmo de su oponente este consiguió dar un salto utilizándolo como apoyo para impulsarse y, ahora en el aire, caer con fuerza sobre él.
-No funcionara- dijo Misty- ¡Rayo!
La estrella comenzó a acumular energía eléctrica, tan dañina para la mayoría de los de su tipo, disparando una potente y certera descarga hacia donde se encontraba su oponente que no pudo hacer mucho más que caer desplomado al agua.
-Hidra ¿puedes seguir? -preguntó AJ a su Pokémon.
La Pokémon acuática, no sin cierto esfuerzo, consiguió salir a la superficie para mirar de reojo a su entrenador y hacer un gesto parecido a una sonrisa, estaba claro que su sangre de dragón le empujaba a no rendirse, o como mínimo a dar una buena lucha antes de caer
- Ese es el espíritu – dijo Misty- Pero no ganarás ¡otro Rayo!
El Pokémon estelar volvió a disparar el ataque eléctrico si bien esta vez su oponente pudo evitarlo saliendo del agua justo antes de que el rayo entrara en contacto con la misma.
- AJ- dijo la chica con un tono algo más serio que el utilizado hasta entonces -¿Cuál es tu estilo?
- Camisetas, chándal y vaqueros, mayormente – dijo AJ algo extrañado por esa pregunta.
- No me refería a eso- dijo la pelirroja mientras una gruesa gota de sudor se formaba en su cabeza- Me refiero a tu estilo de combate, todos los entrenadores necesitan uno.
- ¿Y el tuyo? - preguntó el chico de Pueblo Paleta.
-El mío es la ofensiva total con Pokémon de tipo agua-dijo la líder de gimnasio.
- No sé si a atacar sin parar se le puede llamar estilo- pensaba AJ en sus adentros- Pues creo que yo no tengo ninguno – dijo Ahora en voz alta.
-En ese caso- dijo Misty- tenemos mucho por hacer-dijo terminando esas palabras con una pequeña sonrisa fijando sus ojos verdes en su amigo y, por unos días, alumno.
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